DISPUTAS POR PODER
La estrategia de Milei-Caputo es clara. Pareciera que hay un programa, pero parece incompleto. Es que queda una gran duda, cómo se puede levantar el cepo.
El gobierno aspira a terminar con la inflación una vez que estén encaminados los precios relativos de la economía. Converger entre la devaluación mensual del 2% y el aumento de precios que -según espera- estará en el 1% ó menos en octubre-noviembre. La decisión que se tomó es la no devaluación del peso, por lo tanto -ceteris paribus- el dólar deja de ser negocio como alternativa de inversión, al menos hasta las próximas elecciones en 2025.
La pregunta del millón es de donde vendrán los dólares con el cepo no levantado. Las huestes de Caputo plantean tres esquemas para tal fin, además del RIGI al que apuran su letra chica en estos días. Piensan recaudar a través del cobro de bienes personales anticipando el monto en moneda fuerte y con descuentos por 5 años. Otra aspiración pasa por una moratoria a grandes fortunas que pueden estar cerca (especialmente en Uruguay) y el blanqueo gratis o casi gratis, que se está implementando.
El otro hecho político pasa por la relación con Macri. Si bien se reunió con Milei sobre la posibilidad de ir juntos a las próximas elecciones, Macri quiere ser senador, pero no está dispuesto a tolerar la aprobación de Lijo en la Corte, por lo que perdería el ascendiente que hoy tiene en el máximo tribunal. Para colmo, los 100 mil millones aportados “a la side” le permitieron al ex presidente marcarle la cancha al actual gobernante, votando su gente en contra en la sesión de diputados de ayer. “Hace 8 meses que me está boludeando”, dicen que sostuvo en un momento de calentura.
Por último, Milei ya reconoce que mojarle la oreja a la vicepresidente no es gratis. Victoria Villaruel tampoco facilitará la llegada de Lijo a la Corte.
En Bolsa quedó a tiro BYMA (Bolsas y mercados argentinos). Siempre da buenos dividendos y un crecimiento del mercado ayudará a su cotización. Sus resultados no preocupan porque tienen más que ver con las distorsiones económicas que a su marcha. Las cementeras también tienen precios tentadores. Tanto Holcim como Loma Negra cuentan con demanda interesada. Y entre “las baratas” pero con poco mercado, miramos con cariño a Rigolleau.
Héctor Tavares
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