LA CASTA SOMOS TODOS
Luego de sucesivos cambios respecto a lo anunciado en su campaña, el presidente Milei a través de su ministro Caputo anunció alguna de las medidas a tomar en su nueva gestión. Lo primero que hay que decir que la política cambiaria implementada bien puede considerarse provisoria. El tipo de cambio oficial en $ 800 determinó que le ganaron la pulseada al ministro del Interior, que planteaba un tipo de cambio menor, teniendo en cuenta que a fin de año vencen las operaciones con dólar futuro, y además hay mucho vencimiento de depósitos a dólar linked. Es previsible que en el período enero-abril, antes de la entrada de divisas por la nueva cosecha, se realicen nuevas modificaciones. El impuesto país sigue vigente, fundamentalmente para las importaciones y las exportaciones industriales (leyó bien). Eso sí, se podrá importar libremente.
Por lo demás, dada la ausencia de equipos de trabajo (muchos de los que había en campaña pasaron a mejor vida) se tuvo que requerir a funcionarios salientes para colaborar en las diversas entidades y evitar que dejen de funcionar.
Las demoras en conocer las medidas determinaron aumentos exagerados en los precios, especialmente de los alimentos. Otros rubros, dejaron de atender hasta conocer los alcances del cambio en las reglas de juego.
Gran parte de las medidas anunciadas por Caputo fueron anticipadas en esta columna el último domingo. Lo más importante, quita de subsidios a la energía y transporte. Paralización de la obra pública no iniciada y drástica reducción de los aportes a las provincias. No hizo anuncios respecto a jubilados. La ausencia de pauta por un año determinará mayor equilibrio en la información de algunos medios claramente partidarios de Milei.
Lo cierto es que se trata de un ajuste a la clase media, que no toca a la casta. O la casta somos todos los argentinos.
Las exportaciones industriales pagarán Impuesto país, al igual que las importaciones. Defender el valor agregado de los bienes argentinos, o sea salarios argentinos, es una teoría que para el gobierno pasó de moda. Por algo Milei cuestionó el ajuste de Frondizi en 1959.
Con referencia a la Bolsa, se verificó un incremento en los precios aunque los menos favorecidos hasta ese momento eran los típicamente exportadores, al menos hasta que se conoció el dólar a $ 800.
La ostensible mejora en los precios de la hacienda determina firmeza en Inversora Juramento, que tiene una estructura productiva de excelencia y parte de su producción llega a Buenos Aires en carnicerías top. También habrá que pensar en PATA (Importadores y exportadores de la Patagonia-Supermercados La Anónima) con un importante frigorífico y con precios atractivos.
Héctor Tavares
LA MESA DE LOS VIERNES (HOY EL CIERRE DEL AÑO DE LA BOLSA)
Quique, gran amigo de Gabbi el presidente de la Bolsa, no dejaba de criticarlo por el regalo que dio la Institución a sus socios. “Dos botellas de vino y ni siquiera es marca Gran Enemigo”, si sabía no venía, gritaba a los cuatro vientos.
Alejandro, el quesero, criticaba a Milei por haber dejado en el Indec a Lavagna Juniors. “Es como dejar a Massa y además lo premian por no haber sacado como la gente datos del Censo”.
Putero se quejaba por haber recibido el número 048 para el sorteo de las BYMA, que instrumenta la Bolsa a fin de año. “Mi primera fiesta y me dan el morto que parla”, decía en voz baja. Por supuesto, no ganó.
Tavares rechazaba publicidad para su página que quisieron ponerle sus dos agentes de Bolsa. “No acepté ni cuando quiso poner Gabbi”, reconocía en un dudoso gesto de lealtad hacia sus lectores.
Victor vigilaba a Senaucer para que no se robe en su mochila varios triples, que según decía el turco eran para repartir en su próximo cumpleaños.
Cacho y Oscar el bueno preguntaban a qué hora vendría su admirado Milei, pero Senaucer respondió que no estaba invitado. Un desubicado al lado insistía que el invitado era Alberto Fernández, que tampoco asistió. Cacho y Oscar quieren fundar un club de admiradores de Victoria Villaruel y quieren poner como presidente a un tal Diente.
Se extrañó mucho a Humberto Daghetta, que se nos fue este año.
El papelón del día fue para Franco, Juan Domingo y Chicho, que quisieron entrar a la fiesta y los pararon drásticamente, por no ser socios.
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